Se ha tenido conocimiento de la reiteración de una antigua modalidad de
robo, por el que han sido puestos a disposición judicial diversos
individuos como autores del mismo, en diversas partes del Estado.
Los delincuentes esperan aparcados con un vehículo en los
estacionamientos de un centro comercial, observando quien puede ser la
victima propicia.
Cuando un ciudadano llega con su vehículo, esperan
a que lo cierre y cuando su ocupante entra en el centro comercial,
proceden a sustraerle una de las placas matrícula.
Una vez la víctima elegida ha terminado sus gestiones en dicho centro y
sale del aparcamiento con su vehículo, se ponen a su altura y le
muestran al conductor su placa de matrícula por la ventanilla, haciendo
ver que se le ha desprendido.
Los autores suelen ir en pareja
(hombre-mujer) en los asientos delanteros, para no levantar suspicacias,
aunque en los asientos traseros de su vehículo suelen ir un par de
compinches tumbados.
La victima creyendo que su placa se le ha
desprendido, para el automóvil con el fin de recuperarla y agradecer el
comportamiento de quienes supuestamente se la han recogido.
Momento
en que los delincuentes aprovechan para robarle todas sus pertenecías de
valor a la víctima, utilizando si es necesario la violencia.
